AXL students learn archery, practice animal tracking, and enjoy the snow on their recent field day at Barr Lake. Written by Field Instructor Piper Triggs. Escrito en español más abajo.
The setting: Barr Lake State Park, on a classically cold and sunny Colorado day, with fresh snow thick on the ground. The mission: learning animal tracking, trying out archery, and having the best snowball fight known to humankind. The players: two dozen AXL Academy 7th and 8th graders, three Cottonwood Institute instructors, one chaperone, and a whole little world of creatures and critters.
The day started with the magnetic pull of snow. Students piled out of the vans and directly into snowbanks, tapping into an instinct older than time – play! Lots of games and organized fun would come later, but for now, students were making snow angels, throwing snow up in the air to watch it sparkle, and generally giggling their way through the snowfield outside of the Barr Lake nature center.
After some more cavorting, games were played and lessons began. Students split into small groups, rotating between archery practice (facilitated by the wonderful Ranger Michelle), animal tracking, and warm indoor crafts, games, and skits.
One of the many magical aspects of snow is that animal tracks are easy to find! Students learned how to identify different kinds of animals based on the prints left behind (do they hop? do they walk? how can you tell? how many toes do they have? what shape is the print they left behind? what direction were they moving in? why might they have been standing where they were?) and took slow walks while looking for track patterns on the ground. We found evidence that we were sharing our space with mice, bunnies, deer, dogs, humans, and many more! We also put our learning into action with a game of sardines (a modified form of hide and seek where one person hides and everyone else seeks), focusing on following the tracks of the people hiding as a way of making seeking more efficient.
Just as it started, the day ended with snow – specifically, an epic snowball fight that left everyone out of breath, laughing, and the kind of happy-tired that comes from a full day of fun and learning. Mission accomplished!
El escenario: El Parque Estatal del Lago Barr, en un clásico día frío y soleado de Colorado, con nieve fresca y espesa en el suelo. La misión: aprender a rastrear animales, probar el tiro con arco y tener la mejor pelea de bolas de nieve conocida por la humanidad. Los jugadores: dos docenas de alumnos de 7º y 8º de la Academia AXL, tres instructores del Instituto Cottonwood, un acompañante y todo un pequeño mundo de criaturas y bichos.
El día empezó con la atracción magnética de la nieve. Los alumnos salieron en tropel de las furgonetas y fueron directamente a los bancos de nieve, aprovechando un instinto más antiguo que el tiempo: ¡jugar! Más tarde vendrían muchos juegos y diversión organizada, pero por el momento, los alumnos estaban haciendo ángeles de nieve, lanzando nieve al aire para verla centellear y, en general, riendo a sus anchas por el campo de nieve fuera del centro natural de Barr Lake.
Después de retozar un poco más, empezaron los juegos y las clases. Los alumnos se dividieron en pequeños grupos y fueron rotando entre prácticas de tiro con arco (dirigidas por la maravillosa guardabosques Michelle), rastreo de animales y cálidas manualidades de interior, juegos y representaciones de escenas cómicas.
Uno de los muchos aspectos mágicos de la nieve es que las huellas de los animales son fáciles de encontrar. Los alumnos aprendieron a identificar los distintos tipos de animales basándose en las huellas que dejaban (¿saltan? ¿caminan? ¿cómo se sabe? ¿cuántos dedos tienen? ¿qué forma tiene la huella que dejaron? ¿en qué dirección se movían? ¿por qué estaban donde estaban?) y dieron paseos lentos mientras buscaban huellas en el suelo. Encontramos pruebas de que compartíamos nuestro espacio con ratones, conejos, ciervos, perros, humanos ¡y muchos más! También pusimos en práctica lo aprendido con un juego de sardinas (una forma modificada del escondite en la que una persona se esconde y todos los demás buscan), centrándonos en seguir las huellas de las personas escondidas para que la búsqueda sea más eficaz.
Tal y como empezó, el día terminó con nieve, concretamente con una épica batalla de bolas de nieve que dejó a todos sin aliento, riendo y con la sensación de felicidad y cansancio que se obtiene tras un día entero de diversión y aprendizaje. ¡Misión cumplida!